dentro de mí

Despierto inmensurablemente niña asustada por el calor. Reconozco el rostro envejecido de mi madre. Su cuerpo, la imagen distorsionada de dos ojos que tratan de adaptarse a la vigilia, ella arrancada de mí. Entre sus manos, una pequeña lámpara idéntica a la mía. Regresa a la habitación contigua, cree que es mejor así. No deja un rastro de olor, pero sí el picoteo de la madera al cerrar la puerta. Toda la casa vuelve a permanecer en silencio. Me he quedado dormida con la luz encendida, con el pecho oprimido y con el vientre roto.

El vello sigue creciendo. Sorprendo a los dedos, mártires, penetrando en la profundidad de la anatomía que crece. Pronto será cortada, mutilada como los extremos de la lengua que nadie quiso, ¿cuántas palabras se llevaron? Observo las manos de otros. Busco entre los pliegues de la gente sin nombre, sin relato y sin rostro, todo aquello que quise decir y no dije, todo el llanto que no pudo ser derramado, toda la rabia que me fue negada. Dentro de mí alimentaste a una bestia. Dentro de mí, un bosque creciendo con esmero y amargura en la parte más íntima de mi cuerpo.

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cuaderno de notas, archivo 2023

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