tus otras hijas

Ayer escuché cómo se derramaba mi madre, estaba hablando de una niña. Veo a una mujer apoyada sobre la encimera de la cocina, viste una prenda azul. Bajo el color de sus cabellos rubios, el dolor de las últimas y primeras décadas de su vida. Ha olvidado cuándo comenzó a sufrir, pero sabe que ya es demasiada la magnitud de la culpa. Hay una mujer que me pregunta si he podido perdonarte, no he sabido qué decir. Últimamente no puedo escribir, he olvidado cómo hacerlo. Aquel miércoles del mes de marzo, mientras buscabas volver a contenerte, ubicarte en los orígenes de las cosas, yo devoraba como una niña hambrienta la imagen de tu dolor. Sé que no podré volver a retratarte como antes, pero guardarte en mi memoria es lo más parecido a seguir escribiendo sobre ti. Regreso a tu vientre a través de la escritura, a través del lenguaje y la palabra. Fueron muchas las mujeres que hablaron de ti antes de que yo lo hiciera, me alimento del dolor de tus otras hijas. Busco sobrevivir. Llegar a los adentros de tu primera enfermedad, hundir las manos en la carne y descubrir el cuerpo anterior a tu nacimiento. Llegar a los orígenes de tu existencia.

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cuaderno de notas, archivo 2022

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